viernes, 27 de julio de 2018

CONFERENCIA AIDS 2018 EN AMSTERDAM,BOLETÍN ULTIMO DIA VIERNES 27 DE JULIO( ALTA INCIDENCIAS DE ENFERMEDADES COMORBILIDADES EN PERSONAS CON VIH DE 60 AÑOS O MÁS....)

AIDS 2018: Alta incidencia de hígado graso, enfermedad renal y osteoporosis en personas mayores con el VIH

El porcentaje que representan las personas con el VIH mayores de 60 años se habría duplicado en 7 años
JOSE LUIS HIDALGO ( ENVIADO ESPECIAL A AMSTERDAM)- 27/07/2018
Un estudio presentado en la 22 Conferencia Internacional del Sida (AIDS 2018), celebrada esta semana en Ámsterdam (Países Bajos), ha concluido que las personas con el VIH mayores de 60 años tendrían una elevada incidencia de diagnósticos de enfermedad renal, osteoporosis y esteatosis hepática. Estas personas representan un porcentaje del total de la cohorte británica en la que se llevó a cabo el estudio que se ha duplicado en los últimos siete años.
Las personas con el VIH, gracias a la efectividad del tratamiento antirretroviral, cada vez viven más años, por lo que las comorbilidades asociadas al envejecimiento son y serán uno de los principales retos en los próximos años, especialmente teniendo en cuenta que el riesgo de padecer muchas de dichas comorbilidades se incrementa si una persona vive con el VIH .
Para caracterizar y comparar la prevalencia de comorbilidades en personas con el VIH que envejecen, los investigadores contaron con la participación de 300 personas mayores de 60 años atendidas regularmente en una clínica del Reino Unido. Sus datos relativos a comorbilidades fueron comparados con los registros de una cohorte similar del año 2010 (85 de los participantes formaron parte de las dos cohortes). Dicha comparación se realizó para determinar cómo han variado las comorbilidades asociadas al envejecimiento en personas con el VIH durante los últimos años.
Mientras que en 2010 las personas mayores de 60 años suponían el 4,7% de las personas con el VIH atendidas en la clínica, en 2017 ya suponían el 9,1%.
Los casos de cardiopatía isquémica pasaron de afectar al 17,5% en 2010 a afectar al 9,3% en 2017, lo que podría estar indicando un mejor perfil cardiovascular de los tratamientos más nuevos y/o mejores aproximaciones preventivas.
La enfermedad renal crónica avanzada pasó de afectar al 15,9% en 2010 a hacerlo al 30,3% . Un efecto similar se observó en el caso de osteopenia/osteoporosis, que pasó de afectar al 21,4% en 2010 al 36,7% en 2017. A este respecto -por su ya conocido efecto negativo a nivel renal y óseo- el promedio de exposición a tenofovir-TDF era de 65 meses en 2010 y de 80 meses en 2017 . De hecho, el uso de tenofovir-TDF se relacionó con un incremento de riesgo del 6% de padecer insuficiencia renal crónica por cada año de uso del fármaco.
La presencia de esteatosis hepática (hígado graso) no se evaluó en 2010, pero en 2017 dicha patología afectaba al 40,8% de las personas con el VIH mayores de 60 años incluidas en el estudio .
Las personas con 3 o más comorbilidades suponían el 22,2% de la cohorte en 2010 y el 30,7% en 2017.
Los resultados del estudio ponen de manifiesto los retos que el envejecimiento de la población con el VIH suponen y van a suponer para los sistemas sanitarios en materia de gestión de comorbilidades y mantenimiento de niveles adecuados de calidad de vida. En esta línea, una selección adecuada de los tratamientos farmacológicos (buscando aquellos con un menor impacto a largo plazo) y estrategias preventivas adecuadas (exploraciones y determinaciones analíticas rutinarias para poder controlar el desarrollo de una comorbilidad) serán herramientas esenciales para una gestión óptima de la salud de estas personas.

No hay comentarios: